viernes, 19 de febrero de 2010

3 en 1

Yo quisiera tener tres cuerpos. ¿Nunca lo habéis pensado? Eso sí, regidos los tres por un mismo cerebro, no quiero tres hermanas gemelas pululando por ahí. Yo lo que quisiera es ampliar posibilidades porque tener un solo cuerpo, quieras que no, limita. La manera de funcionar no la sé, yo en cosas técnicas no me meto, pero tampoco debe ser tan complicado que tres cuerpos funcionen a la vez regidos por un mismo cerebro, como si estuvieran trabajando en red con un servidor central, o algo así, ¿no? Igual habría que aumentar la capacidad, no digo que no, que procesar la información de tres cuerpos debe ser agotador.

¿Para qué quiero yo tres cuerpos? Vale, el primero se quedaría como está, que ya está muy bien así. Seguiría siendo la yo de ahora.
El segundo cuerpo no estaría aquí. Estaría viajando por el mundo y viviendo a salto de mata. Me gusta, pues me quedo, me rallo, pues me voy, un par de años en Australia, un par en Costa Rica o Japón o Chile, o la Polinesia, o Argentina, o Uruguay, o donde fuera. Trabajando de lo que saliera, con mi mundo en una mochila y viviendo sin planes. Conociendo a gente de lo más peculiar, y sin tener ni idea de lo que me va a pasar mañana. Una vida así debe molar y mucho. En caso de apuro, este cuerpo se dejaría financiar por los demás (que son ella misma, es decir yo).
Al tercer cuerpo yo lo ocuparía en las ocasiones perdidas. Me explico: aquellas veces que tienes dos opciones y hay que elegir, y eliges, y nunca sabes qué hubiera pasado si hubieras elegido la otra, y siempre te queda la intriga. Ahí está esa otra, una especie de recoge-pelotas de la vida. Y una ayuda, oye, que hay que ir a comprar pero tengo ganas de escribir, pues nos repartimos.
Tres cuerpos en uno. A ver, podría pedir más cuerpos, pero no me gusta exagerar. Con tres creo que se puede alcanzar el equilibrio, conseguir no tener la sensación de que haciendo unas cosas te pierdes otras. Yo lo veo una buena idea. Genial, de hecho. Tan buena que creo que no es mía. ¿No fue Dios, el que decidió ser padre, hijo y espíritu santo, todo a la vez? Pues que tampoco se conformaba.

14 comentarios:

Morel dijo...

Un cuerpo para el pecado otro para la meditación y el tercero que curre por el farrero y el santurrón

Máximo Cano dijo...

Eso que propones debe ser algo parecido a lo que nos contaban de la Santisima Trinidad.

¿Puede ser?

De todos modos, me gusta la idea.

Saludos.

A. Sandler dijo...

Idea curiosa. Sin duda, el que más me gusta es el tercero, el de las oportunidades deshechadas, tiene un punto nostálgico que lo hace interesante.

Anónimo dijo...

Me gusta la idea, aunque yo agregaría un cuarto para labores domésticas, chofer y cocinero.

Marien dijo...

Me gusta la idea y me apunto a quien dijo lo de las labores domésticas y demás, ese me lo llevo puesto.
La Santísima Trinidad y el que pasa el mocho.
Besos

rosa dijo...

Hola Sonia, buenas reflexiones aunque creo que a la larga, lo que pasará es que llegará un momento en que cada una de las partes se aburrirá de hacer siempre lo mismo y se revelarán y querrán ser independientes y no ser controladas por un mismo cerebro...
Besos
Rosa.-

G* dijo...

Pues si se aburren que intercambien los roles, y el cuerpo viajero se queda a cargo de las oportunidades perdidas y el cuerpo normal se va de viaje a la Polinesia Francesa ;) A mi me gusta la idea, si un día encuentras la fórmula para esta clonación por favor avisa. Creo que se me ocurren un par de planes para las otras dos G.

Sonia dijo...

Muchas gracias por vuestras ideas y aportaciones...
La verdad es que según yo lo imagino, los tres cuerpos no estarían nunca obligados a nada. Yo he dicho que una viajaría porque es lo que me apetecería hacer ahora si mi situación fuera otra, pero si ese cuerpo, después de un tiempo, se aburriera de viajar, haría lo quisiera, (o mejor: quisieramos), porque las tres seríamos la misma persona. Por eso yo no destinaría un cuerpo sólo a limpiar, porque sería yo misma la que estaría limpiando todo el día, yo misma en otro cuerpo pero yo misma... no sé si me explico, jaja... Tampoco creo que podrían los cuerpos querer la independencia porque sería el equivalente a que ahora una pierna mía me pidiera independizarse. Los cuerpos serían mi herramienta para hacer todo aquello que ahora mismo no puedo hacer...

rosa dijo...

Pues entonces Sonia, la única solución sería que te tocara una primitiva, así podrías hacer lo que te viniera en gana, je,je,je
Eso quiero yo, ¿dónde hay que apuntarse?
Besos
Rosa.-

Mon dijo...

No se me había ocurrido tener tres cuerpos, interesante, pero que yo haría con Ellos?. Ah ya sé, hummmmmmmmmmm. Beijos .

Anónimo dijo...

¿Y pq tres y no cuatro?

DINOBAT dijo...

Si mi abuela tuviera ruedas fuera bicicleta...pero soñar siempre da minutos para avanzar...

Sonia dijo...

jajajaja qué gracia me ha hecho lo de la bicicleta...

Elvis dijo...

Eso nos quitaría la salsa de la vida, poder elegir para equivocarse. Si lo pudiéramos hacer todo nada tendría gracia...

Saludos cordiales.

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