Alguien me calificó un día como una persona hermética. Incapaz de mostrarse, de abrirse a otras personas, impenetrable. Una persona que no muestra ningún rasgo de su pensamiento o de sus sentimientos que permita entenderla. Efectivamente, la persona que me calificó de esa manera, no me conocía. Y es que me temo que no hay nadie más exhibicionista en este mundo que alguien que pretende ser escritor. Y yo lo intento.
No es hermetismo. Es tan simple como que prefiero escuchar a hablar. También prefiero mi mundo interior al exterior. Suelo pasar horas imaginando, soñando, viviendo en un mundo paralelo que normalmente me interesa más que el real.
Pero no tengo miedo a mostrarme. Ni a vivir la vida con intensidad. De hecho, el tiempo que paso en la tierra es así como la vivo, con intensidad. Por mucho que a veces me duela.
Así que hoy he decidido abrir este blog para mostrarme. Para decir lo que me gusta y lo que no. Para exponer mis reflexiones, mis ideas, mis anécdotas. Por si se diera el caso de que a alguien le interesara verme al desnudo. Pero que nadie se emocione, que en este blog no tengo previsto uitarme la ropa, tan solo la vergüenza.
Ya me iréis conociendo.
EL REINO DE LAS HADAS: Hanns Heinz Ewers.
Hace 1 día